martes, 23 de abril de 2013

FELIZ DÍA DE SANT JORDI


Como están todos ustedes?
En esta última semana me han pasado cosas muy curiosas, cosas de mi pasado que han vuelto y me han sorprendido con una bofetada como diciendo: he! Estamos aquí, presta atención!
Un caso curioso ha sido el encontrarme en el ascensor con la chica que empezó el bullying  hacia mí desde primero de la ESO. Todavía recuerdo cuanto odiaba ir al instituto y lo que supliqué para que me llevasen a otro centro, incluso llegué a pedir que me llevasen a uno de monjas… es que no había más opciones, o monjas o curas. Lo divertido de la situación? Que no creo que la chica me recordase, además al ponerme a su lado comprobé, con gran satisfacción, que en la actualidad no llega a superar mi pecho en altura a día de hoy. Ya os imagináis mi monologo interior: “jojojojojo, métete conmigo ahora cucaracha inmunda a ver si te atreves”.
Lo malo fue que luego me dio la risa tonta y mi madre me miró, como siempre que me pasa, como si estuviese loca y me preguntó que me pasaba. Fue algo divertido.
Es como eso de enfrentarse a tus temores, y pensar que hace años si me hubiese encontrado con esa persona había preferido subir por las escaleras, o simplemente habría intentado evitar entrar al edificio.
Es terrible como personas abusan de otras simplemente por el placer de poder, yo soy una chica gordita, conseguí bajar mucho de peso pero volví a recuperarlo. En mi familia no hay una sola persona que sea delgada, lo juro, ni la primera. Si hasta mis perros tiene sobrepeso!
A día de hoy pienso que debería haber echo y lo que no, claro está no debí dejarme influir por los insultos. Aunque la amenaza de una paliza siempre es inquietante. Me tomó dos años más armarme de valor. Y que bien lo hice, *Risita interna* fue la primera vez en mi vida, y la única, que abofeteé a alguien en medio de las escaleras de la escuela. No apoyo la violencia, al menos si no está debidamente controlada pero aquella acción me liberó de otro de mis abusones y dios que bien se sintió. A partir de ese día aprendí que misteriosamente cuando grito y amenazo la gente se cree que soy capaz de llevar acabo mis amenazas. No se por que, pero en fin, si alguien se pone demasiado pasota, me pongo recta en toda mi altura, saco pecho, pongo cara de enfadada y uso mi voz fuerte… a veces incluso le doy un toque melodramático y uso todo el gallego que normalmente no uso. Queda más fisno y duro gritar en gallego XD

En fin hoy es el día de la amistad, la rosa y el libro. Una tradición bonita que yo espero con ganas para ahórrame un dinerillo al atracar las librerías, a quien más le pasa? Esperáis hasta estos días para comprar aquellos libros que estabais esperando?  
Espero que tengáis un día genial y encontréis un montón de buenas ofertas, y si os regalan una flor mejor.

Como recompensa por tragarnos mi pasado y opinión personal os recompensaré con una pequeña historia mía. Es de hace tiempo y es cortita, pero iré subiendo trocitos, en un par de capítulos para que no se haga muy pesada. Nuevamente, FELIZ DÍA



Una historia sobre lazos

Parte 1ª
Una historia peculiar puede juntar a dos personajes peculiares, dos personas con un sistema de trabajo parecido y una función del mismo completamente distinta, una coincidencia curiosa, si no ¿Cómo podría llamársele al encuentro de estas dos personas?

Acababan de llegar al a ciudad los integrantes de un pequeño circo ambulante con mucha fama entre los de categoría media, no superaban al circo del sol pero tenían un buen espectáculo y mucha fama.  La noche anterior había sido su primera presentación y por la mañana uno de los artistas mas jóvenes aprovechando su tiempo libre se escaqueó a ver uno de los museos más famosos de la ciudad. Visiblemente nervioso entró y lentamente fue recorriendo las estancias mirando los cuadros hermosos y extraños, algunos realmente le costaba entender por que les llamaban obras de arte, no tenían sentido aunque girase la cabeza todo lo que pudiese, llegó a pensar realmente que algunos estaban colgados boca abajo. Luego se paró delante de un cuadro el cual era la estrella invitada aquella noche, realmente brillaba, era sencillo y al mismo tiempo encantador, hipnotizaba la mirada haciendo casi imposible apartar sus ojos. Intentó acercarse un poco más y tocó el gran cordón aterciopelado que le separaba de aquella grandísima obra de arte. Pensó que si solo pudiese estirar su brazo, tal vez llegaría a tocarlo, sentir la pintura, las pinceladas del autor bajo sus dedos. Le pareció una idea magnífica de entender la pintura y su mano sin pensar se aventuró a tocarlo pero era claro que no llegaría hasta él, y menos si la mano de un desconocido le agarraba la suya. Asuntado al pensar que los guardas le había visto e iban a echarle miró a su agresor y vio un hombre atractivo de semblante serio mirándolo que lo atrajo a su lado y susurró a su oído que si lo hacía tendría graves problemas.
Se disculpó y siguió mirando, sabía que era descarado por su parte pero aquel hombre era increíblemente guapo, seguro que era extranjero, a pesar de que él también lo era, pero tenía una sonrisa tan dulce que le hizo sonrojar y sin saber como se vio arrastrado por todo el museo con un guía privado.

Luego descansaron y compartieron su visita en una cafetería en la que por supuesto el chico invitó a la comida en agradecimiento por el paseo por el museo, había sido realmente impresionante y con un guía experto en la materia había sido muchísimo mejor.

̶ Realmente le agradezco que haya dedicado su tiempo a explicármelo todo, ¿es un guía habitual de este museo? ̶ El hombre sonrió mitras miraba la cafetería y luego a su acompañante.
̶ No, lo hago solo por placer, las obras de arte son mis pasatiempos favoritos.̶  Sonrió amablemente mientras soplaba su chocolate caliente y le miró.
̶ Disculpe la pregunta pero ¿podría decirme su nombre? –El hombre que bebía café paró y sonrió.
̶ Por supuesto, que mal educado soy, me llamo Gerald.̶ Le ofreció la mano y nervioso dejó su taza y se la estrechó sonrojado por la torpeza.̶  Mucho gusto, ¿puedo saber el tuyo?
̶ ¡Ho! Claro, me- me llamo Lucca el placer es mío.̶  Sonrió y rió mientras volvía a coger su taza.
̶ Un nombre interesante. Dime ¿sueles venir mucho por aquí? ̶  El chico que soplaba enérgicamente por que el chocolate no conseguía enfriarse le miró.
̶ No, es la primera vez que vengo, hemos estado antes aquí pero no pude venir a verlo, además hoy había la presentación de ese cuadro, que no voy a decir el nombre por que te reirías de mi. ̶ Puso cara de apenado mientras le hombre reía pues algunos nombres le resultaban tan difíciles que acababa diciendo grandes tonterías o mordiéndose la lengua así que preferiría no tener que hacer que se riesen de él.
̶̶ Has dicho «hemos» ¿sería mal educado preguntar quiénes?
̶ ¡Para nada! Verás  es que  ̶ Un poco avergonzado giró la cucharan en la taza mientras pensaba como explicarle. ̶ Trabajo en el circo que acaba de llegar a la ciudad. ̶ Su acompañante resultó visiblemente sorprendido.
̶ ¿Eres un circense? ̶ No supo si aquello lo decía de forma positiva o negativa. ̶ es impresionante, jamás había conocido a alguien del circo, ¿cual es tu función?
̶ Bueno soy un trapecista. ̶ Picaba con la cucharilla en la taza tímidamente por que aquello normalmente era motivo de burlas u otras desprecios.
̶ Impresionante. ̶ Sorprendentemente su acompañante parecía mostrarse positivo y  divertido ante la idea.- entonces eres… a ver hace mucho que no voy al circo, pero si no me equivoco eres el que… ¿camina por la cuerda floja? ¿Puede ser?  ̶ Sonrió, aquel hombre no solo era amable, si no también era divertido y muy abierto de mente.
̶ Sí, entre otros, me dedico al a cuerda floja y a los lazos, sabes esos lazos que cuelgan del techo y una persona se enrolla…
̶ Ho, sí, sí, en el que la persona se enrolla y desenrolla en el aire girando y dando vueltas en los lazos, eso es impresionante, ¿no te da miedo? ¿Pero creía que eso lo hacían sobretodo las mujeres?
̶ Ciertamente casi siempre ponen a mujeres, pero es que cuando yo entré las tres mujeres que lo hacían ya no podían, dos estaban embarazadas y una se rompió una pierna en un accidente, no ensayando ¿he? Que usamos redes. Así que a mí me gustaba la cuerda y no me daban miedo las alturas por eso probé con los lazos, como son pequeño y delgaducho. ̶ Sonrió ante las ocurrencias del pequeño. Realmente le llevaba una cabeza y un poco y era más delgado, parecía un niño pequeño o alguien propenso a enfermar, pero se le veía lleno de vida.

La conversación siguió curiosamente y luego volvieron al museo. El chico fue conducido por su guía improvisado que no dejó ni un solo rincón sin mostrarle.
A la hora de la despedida estaba visiblemente triste con la idea, ya que era probable que no volvieran a verse nunca, así que a pesar de oír los llamamientos de que estaban cerrando las puertas arrastraba sus pies sin intención de marcharse de aquel museo y separarse de su nuevo amigo. Pero por mucho que se esforzó el tiempo siguió avanzando y se vio fuera del museo mientras cerraban las puertas.
Tristemente miró a Gerald y suspiró.

̶ Supongo que esto es un adiós, realmente desearía hablar más y más contigo. ̶  Miraba al suelo, seguramente eso podría malinterpretarse o tomarse como algo estupido ya que aquel día solo había sido un entretenimiento para él.
̶ ¿Os marcháis mañana? ̶  preguntó mientras caminaba con las manos en los bolsillos alejándose de la puerta.
̶ No, pero es imposible que volvamos a vernos más, y ya no puedo volver al museo, ya lo he visto. ̶ Lo miró con melancolía a pesar de que acababa de salir de él.
̶ Entonces, ¿Por qué no quedamos mañana? Si tienes tiempo, te invito a ver otro museo, no es tan grande como este pero también tiene cosas divertidas, ¿te apetece? ̶ ¿si le apetecía? El corazón iba a salírsele del pecho.
̶ ¿A donde me llevarás? ̶ Preguntó emocionado dando por echo que no pensaba negarse bajo ningún concepto.
̶ Hay una exposición de joyas, esculturas y otras obras de arte de colecciones privadas, necesito un acompañante y parece que a ti te gusta. ̶ Muy emocionado asintió pero pensó que aquel lugar probablemente sería caro y no quería dejar mal a su nuevo amigo. Este viendo la preocupación en su rostro le palmeó la espalda. ̶ No te preocupes, tengo una invitación para dos y me da pena tirarla, te la regalo, nos vemos mañana ¿entendido?

Y mas que entendido, lo malo sería terminar todas las tareas para volver a tomarse un día libre para ir a ese otro museo, se moría de ganas de ir y ver distintas obras de arte de coleccionistas famosos y joyas que rara vez se ven. No es que le gustasen esas cosas pero le encantaban las cosas hermosas.

3 comentarios:

  1. >////u////< guapa!!!
    Como me alegro que superaras eso ewé y yo no sabía nada de que te hubieras encontrado a alguien en un ascensor ¬////¬ ya te vale! (soy Firi desde la cuenta de google de clase XD) Yo también sufrí de bullying =___=Uu y fuí al psicólogo una temporadita y todo...supongo que influenció en mi forma de ser ewé ains...pero lo bueno es superarlo *//O//* mi galleguita hermosa!

    >/////< a mi no me regalan rosa nunca en Sant Jordi, me la tengo que comprar XDDD y lo haré luego ewé a ver si encuentro ganga XD! Ô/////Ô

    ¬///u///¬ vas a publicar la historia que comenté el otro dia e? juju...*///u///*

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  2. Estupendo el relato, muchas gracias. Y aunque ya sea tarde feliz San Jordi y feliz dia del libro.

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  3. Hola me gustooo muchisimooooo el relatooo!!! y feliz dia del libroo y San Jordi!!! gracias por compartir el relato con nosotros!! besotes!!

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