viernes, 17 de mayo de 2013



Hola gente, tal como ven a día de hoy es el día internacional contra la homofobia, transfobia etc.
Diré que no conocía este día, no me sonaba realmente. Añado que justo este día es festivo aquí en Galicia por ser el día de las Letras gallegas, así que jamás lo asocie a nada más.
Me alegra saber que hay un día así pare recordar que este tipo de odio es injustificado y que en algunos lugares se hacen manifestaciones y llamamientos para recordar esto.
Con todo ello os mando un gran saludo y os dejaré un par de videos del día de hoy además del final de la historia de lazos.
Muchos besos a todos!!!




Una historia de lazos
parte 5º y Fin

Aquello era la felicidad, ver a Lucca, besarle en los rincones escuchando su melodiosa risa, era un gilipollas enamorado. Después de darse cuenta de sus sentimientos le era mas difícil aguantar las distancias… quería volver, secuestrarlo y hacerle el amor hasta dejar de respirar, pero no podía, además no podía pasarse porque tenía que tener la cintura sana para su espectáculo.
Después de su primer encuentro amoroso no pudieron repetirlos hasta otro encuentro fortuito en otra ciudad un mes después, y nuevamente se verían tras dos meses separados.  Al verle le recibía con los brazos abiertos, un abrazo y un beso, a veces no acto para menores. Si fuese él quien mirase desde fuera probablemente se burlaría y se reiría, pero se sentía idiota y era feliz, incluso el estrés del trabajo se disipaba ablando con Lucca, dormía mejor por las noches, descansaba más, era como si enamorarse le quitarse un gran peso de encima.
Pero como siempre no todo puede ser bueno, en un paseo en medio de las vacaciones de Gerald, sí, tenía vacaciones, supuestamente por algo de estrés de estar con gente inestable todo el tiempo y escuchar tantas suplicas y de más para que no cállese en depresión.
El caso es que ambos paseaban tranquilamente como hacían cuando podían encontrarse y Lucca tenía la mañana libre, en uno de estos paseos ambos entraron en un viejo anticuario, en dicho establecimiento Lucca se fijó en un hermoso y pequeño broche antiguo azul celeste, con una pequeña joya simulando el ojo, unas manchas azules simulando otros tonos, verdaderamente era hermoso y se notaba el cariño y el buen cuidado. Lucca se enamoró de aquel broche, incluso se atrevió a decir que le quedaría bien con el traje que usaba para los espectáculos.
Gerald nunca había alardeado de su fortuna frente a Lucca, o le había comprado cosas indiscriminadamente, no quería que pensase que era ese tipo de persona, pero solo hizo falta mirarlo a los ojos para dirigirse al escaparate y pedir aquel broche, no importaba el precio, aquel broche acabaría en las manos de Lucca.
Tras mucho discutir salieron de allí decepcionados, el joven trapecista mas bien preocupado por su acompañante que estaba visiblemente muy enfadado, a pesar de haber ofrecido una enorme fortuna por le broche el anciano no había cedido, le había negado algo que había pedido por las buenas. Pero no podría impedirle llevárselo por las malas.

Mientras había prometido a Lucca, a pesar de que se negó un millón de veces, le prometió comprarle una «replica» idéntica mientras no pudiese obtener el original. Entonces se puso a trabajar, llevaba mucho sin robar, se había concentrado en inversiones y estafas, el establecimiento era pequeño y con muy pocos puntos de entrada y aun menos seguridad, pensó que sería fácil entrar, robar el broche y llevárselo a su amado justo antes de su actuación de aquella noche.
Demasiada confianza puede ser fatal, si hubiese investigado más podría haber sabido lo de los dos perros que dormían por la noche dentro de la tienda, en vez del gato que él creía, podría haber sabido lo de que el dueño dormía en la parte baja y no en la parte superior de la tienda, probablemente podría haber sabido que el anciano dormía con un arma en la mano.
Un disparo, un grito, los ladridos, el gemir de los perros, el gruñir del anciano, un cristal roto… las sirenas de la policía.

Lucca se había despedido con todos sus compañeros y habían empezado a sacar a los visitantes y a recoger las cosas, guardar los animales y demás, como siempre después de las actuaciones había una hora y media de mucho trabajo en la que nadie estaba sin hacer nada, no podían dejar las cosas sin ordenar y esperar a mañana, todo tenía que estar seguro y alguien debía hacer guardia.
Lucca recogía sus cosas y las guardaba dirigiéndose a su caravana para cambiarse, habían pasado dos horas de la actuación y todos se habían ido a cenar y a descansar excepto los que estaban de guardia. Lucca había estado esperando a Gerald, le había dicho que iba a ir a verle y le llevaría una sorpresa.
Jamás imaginó, que la sorpresa fuera encontrárselo metiéndose entre los camiones para entrar, pálido y demacrado con una mano ensangrentada en el costado.
Corrió hacia él e intentó gritar pero las palabras no le salían, Gerald le pedía que no llamase a nadie, que guardase silencio, que no lo llevase a su caravana para que no los relacionasen. A lo lejos se sentían las sirenas de la policía, debían estarle buscando. Le llevó a una zona de ensayo interior, una zona bien resguardada con mucho trasto y oscura, encendió una linterna y vio la herida en su costado. Alguien el había disparado.
No podía evitar parar de llorar, sus manos temblaban y suplicaba por que le dejase llamar a alguien, Gerald sonreía y con una mano manchada de sangre le acarició la mejilla diciéndole que todo iría bien… que le prestase un cuchillo.
Aterrorizado accedió y le dio un abrecartas del juego de magia de uno de sus compañeros, con gran dolor y al final con ayuda del trapecista consiguió extraer un trozo de cristal de su abdomen, no era una bala.
Lucca no entendía nada y menos por que las manos temblorosas de Gerald insita tanto en coger algo de su bolsillo, al ayudarle a destapar el pequeño pañuelo y ver el pequeño pajarito azul lo comprendió, Gerald había robado aquello para él.

̶¿Por qué lo has hecho? No necesitabas robarlo. ̶  Gerald sonreía a pesar de la mueca de dolor.
̶ Quería… compensarte por… lo malo que te… he hecho ̶  Lucca negó rápidamente y le acarició el rostro.
̶  No, no tienes nada de lo que disculparte, no debiste hacerlo, robar está mal, Gerald, está mal… iremos al hospital ya verás todo se solucionará. ̶ Intentó levantarlo pero un ruido lastimero de la garganta de Gerald le detuvo.
̶  Me disparó… el viejo tenía mala puntería y me dio de rebote…la bala entró y me clavé unos cristales… usé uno para sacar la bala….si llego al hospital sabrán que he sido yo. ̶  Lucca negaba continuamente rezando para que aquello fuera una pesadilla.
̶ Buscaremos la manera de que no parezca lo que es, ya verás… pero tienes que sobrevivir Gerald, por favor… tienes que ir a un hospital. ̶  Gerald se puso serio de repente, eso asustó aun más al trapecista.
̶ Quería hacerte feliz… Lucca… yo te mentí… te hice daño… ̶  Este iba a responder pero Gerald le pidió silencio. ̶  Yo… a pesar de que esta vez me salió mal, he robado otras veces… cuando te conocí, te empujé contra le cristal para que llevases la culpa del robo… te pedí que me enseñaras a usar el lazo… para le robo del banco. ̶  A pesar de lo mucho que le quería, poco a poco fue encajando las piezas del puzzle y dándose cuenta de las coincidencias, de que aquello era una confesión autentica.
̶ Fuiste tu…. Por tu culpa el circo tubo mala fama… por tu culpa no pude actuar… ¡Por tu culpa no puedo usar los lazos! ̶  Se separó de él levantándose y rebuscando algo.
̶  Lo siento, en aquel entonces solo quería aprovecharme de ti, pero ahora te quiero, Lucca, lo digo de verdad… dejé de robar…Lucca por favor. ̶  Gerald consiguió sentarse apretándose la herida con un trapo que le había lanzado, junto con otros trastos que le habían echo daño. ̶  Lucca
̶ Levántate… ponte de pie. ̶  No sabía a que venia pero notaba el tono de cabreo de Lucca así que obedeció y se apoyó contra una pared. ̶  Me mentiste, me utilizaste. ̶  Se escuchó un ruido sordo, algo había golpeado a la pared en la que se apoyaba.
̶  No quería que te quitasen los lazos, pagué para que otros fingieran otro atraco y no sospecharan de vosotros…. Lucca… me mareo…
̶  Te aguantas… ̶  Lucca se acercó, sus ojos habían dejado de llorar hacía rato, su rostro estaba serio y sus ojos reflejaban odio. ̶  Estaba enamorado de ti… ¿Cómo pudiste?
̶  Lo siento, lo lamento, te compensaré toda mi vida… lo que me quede…. Pero por favor…Lucca... necesito... ayuda. ̶  Lucca le puso una mano en el hombro aguantándolo contra la pared.
̶  No te preocupes, voy a ayudarte… pero… no podré perdonarte por lo que me hiciste… casi me arrebatas a mi familia, mi vida. ̶  Gerald intentaba disculparse pero no le era posible, miró con mucho esfuerzo los ojos decepcionados y heridos de Lucca. ̶  Yo te amaba…

Quiso responder pero entonces sintió un dolor punzante en el abdomen, un dolor intenso que le hizo despertarse un momento, miró abajo y vio un cuchillo calvado en su herida y una mano que lo empujaba hacia dentro. Conocía aquella mano, la había acariciado y besado, alzó su rostro y pudo contemplar el semblante serio de Lucca, con una lagrima cayendo por sus mejillas justo antes de desmayarse, la persona de la que se había enamorado, le había apuñalado.
No había sentido nada al engañar a un desconocido, pero ser apuñalado o disparado, había dolido muchísimo menos que ver aquel rostro de decepción de Lucca, le habría gustado ver una sonrisa la última vez, pero él solo pudo robarle su inocencia.

El sonido de un pitido le molestaba, algo lejano, una respiración bloqueada. Una luz cegadora le impedía abrir los ojos, sentía algo contra su cara, y el pitido de lo que seguro sería algo que le controlaba el corazón, lo escuchó, su corazón latía ¿Estaba vivo?  Intentó hablar pero el dolor le hizo callar, de pronto su cabeza se inundó de recuerdos ¿le había pillado la policía? Difícilmente se giró a un lado de la cama y vio una figura, pero no supo de quien era, sentada pacíficamente vigilándole, como un ángel de la muerte esperando para llevárselo.
¿Quién era aquella persona que le había visto despertarse y ni siquiera había llamado a una enfermera? ¿Un policía?
Entornó los ojos intentado ponerse sentado en la cama y quitarse la mascarilla que tenia en la cara, cuando aquella persona se levantó y se acercó, agarrándole la mano para que no se la sacase y empujándolo suavemente para que se mantuviese recostado. Negó con la cabeza agarrándole la manga, no podía descansar, necesitaba saber que había pasado, ¿Cuánto había dormido?  Intentó entornó los ojos y la vista lentamente fue revelando la figura de aquel hermoso rostro con una sonrisa triste, al contemplar el rostro de Lucca preocupado una lagrima asaltó su rostro.
Alzó la mano torpemente y le acarició el rostro, se alegraba tanto de que no se hubiera ido, le perdonaba que le hubiese apuñalado, no le importaba nada, estaba allí.
̶ Pe…rdon..a… ̶  Lucca negó y le acarició el rostro. La policía entró y Gerald se asustó, ¿le había entregado?
̶  Disculpe señor, estamos investigando su caso, ¿le gustaría denunciar a este joven por un intento de asesinato? ̶ Gerald se aterrorizó ¿intento de asesinato? Miró sus manos fijándose bien, ¿eran esposas eso que llevaba? Gerald comenzó a negar con la cabeza mientras una enfermera pedía que dejasen al paciente en paz. ̶  Nos gustaría escuchar su versión en cuanto se encuentre mejor. ̶ Agarraron  a Lucca y Gerald desesperado le agarró del brazo.
̶ … Accidente… ̶ Los policías le miraron. ̶  Fue un accidente… con los… cuchillos….salió mal. ̶  Miró a Lucca, deseando acertar, algo, tenía que inventar algo. ̶  Fue mi culpa… yo, se lo pedí, Lucca… no ha hecho nada malo….no denunciaré… no se lo lleven. ̶  Los policías asintieron y soltaron a Lucca marchándose diciendo que tenían que hacer un papeleo mas tarde. Gerald miró a Lucca y este se abrazó. ̶  ¿Qué les dijiste?
̶  Un accidente mostrándote el lanzamiento de cuchillos, revisaron la zona había sangre en los cuchillos de tiro y algunos clavados contra la pared que coincidían con tu altura. ̶ Gerald rió, que inteligente era, que listo era.
̶  Tienes una mente prodigiosa, eres increíble. ̶  Ya se incorporó y le abrazó. ̶  Lo siento muchísimo, lo siento, por favor Lucca, perdóname.
̶ Olvida eso ahora… no puedo creer que pudiese apuñalarte… he estado vomitando desde entonces… tenía tanto miedo de perderte. ̶ Gerald contempló su rostro, pálido y cansado, con lagrimas secas en el rostro.
̶  Lo hiciste bien, me lo merecía, le has mentido a la policía, me has encubierto Lucca… ¿eso quiere decir que aun me quieres? ̶  Lucca le miró y pellizcó su mejilla.
̶  Te odio por lo que me hiciste, pero es que te amo muchísimo más de lo que puedas hacer que te odie. No quiero perderte, cuando te vi sangrando en mis manos, deseé poder morir contigo, ya no me importaba el lazo, solo quería volver a estar contigo, ¡tenía tanto miedo! ̶ Gerald le abrazó con posesión, había estado a punto de perder lo que más había deseado en su vida, algo que no podía comprarse ni robarse.
̶  Lo siento, no robaré nunca más, dejaré de estafar, solo jugaré en bolsa y meteré mi dinero en planes de inversiones, ya no más cosas ilegales, lo prometo. ̶  Hablaba en serio, abandonaría todo, había sido un ladrón al que le habían robado las ganas de robar y el corazón.
̶¿Y que vas ha hacer entonces? ¿Te dedicaras para siempre a despedir?  ̶  Gerald negó. ̶  Al último que voy a despedir será a mi mismo, me retiro, quiero vivir mi vida durante una buena temporada. ̶  Agarró la mano de Lucca y la besó.
̶  Podremos vernos más entonces, tendremos más tiempo para estar juntos. ̶  Lucca sonrió ante aquella absurda idea.
̶ Me compraré una autocaravana de lujo, que tenga de todo y con una buena y gran cama, y con estanterías. ̶  Lucca sonrió y le besó quedándose cerquita acariciándole la mano que le sujetaba.
̶  ¿Qué piensas hacer con esa gran autocaravana? ̶  Le miró mientras imaginaba a Gerald perseguir al circo como un acosador.
̶ Lo primero, me llevaré mi gran tesoro a Italia.  ̶  Lucca se extrañó pero rápidamente sus mejillas se encendieron y se puso feliz recostándose cuidadosamente en el pecho de Gerald.
̶ ¿Después de Italia a donde llevarás a tu tesoro? ̶ Gerald sonrió y besó su cabeza.
̶ Pues primero a Italia, toda Italia, de punta a punta, hasta que nos la sepamos de memoria, luego, el resto del mundo y después volveremos a Italia. ̶  Lucca le miró y sonrío besándole dulcemente los labios.
̶  Yo amaba Italia. ̶ Gerald se extrañó.
̶ ¿Ahora no? Podemos ir a donde tú quieras, yo me dejaré llevar. ̶  Lucca sonrío mientras daba otro beso y susurraba en sus labios.
̶ Es que ahora hay algo que amo mucho más. ̶  Gerald suspiró de placer y le agarró bien besándolo apasionadamente maldiciendo el dolor que sentía en su cintura por que si no se lo violaba allí mismo.

Pero los besos y las caricias de las dulces manos de Lucca eran suficientes para él y la idea de unas grandes vacaciones los dos juntos hacía que su pulso se acelerase deseando poder empezar inmediatamente. Le contempló y suspiró de placer, nunca había sido tan feliz, de haber sido él a quien le hubiesen robado algo.


8 comentarios:

  1. Hola Death-Ela, a ondear nuestra bandera de arcoiris!!!
    vas a poner la historia en formato pdf para descargar, por favor???
    que tengas un lindo fin de semana, bye :D

    ResponderEliminar
  2. No tenía planeado ponerla para descargar ya que la tengo por ahí como una de las historias que no acabaron de cuajar. Pero si interesa entonces la pondré bien chula y la subiré a pdf XD

    ResponderEliminar
  3. Holaa!!! me encantoo ahh si la pones para descargar me la bajare y la volvere a leer por que me gustoo muchoo!! buen fin de semanaa para ti!!! gracias por compartir la historias!! besos!!

    ResponderEliminar
  4. Muy hermoso, me gusta mucho el final y me uno a la petición que lo subas en pdf, merece la pena releerla. Muchas gracias.

    ResponderEliminar
  5. Es precioso!!!!me ha gustado mucho!!!! Yo también me uno,subelo a PDF es una pena que no lo hagas.
    Gracias por el relato,besos!!!!

    ResponderEliminar
  6. waaaa lo siento por no haber podido pasar antes es que la uni me tuvo ocupada estos dos últimos días... lo bueno es que ya esta todo arreglado y paso a dar las gracias por el final de esta linda historia :D

    ResponderEliminar
  7. Yo he estado de vacaciones así que no hay que preocuparse. Lo malo es que con el cambio de tiempo me he resfriado y esta semana he estado malisima TOT!!!
    Gracias a todos por pasaros por aqui!

    ResponderEliminar