Hola gente, tal como ven a día de hoy es el día
internacional contra la homofobia, transfobia etc.
Diré que no conocía este día, no me sonaba realmente. Añado
que justo este día es festivo aquí en Galicia por ser el día de las Letras
gallegas, así que jamás lo asocie a nada más.
Me alegra saber que hay un día así pare recordar que este
tipo de odio es injustificado y que en algunos lugares se hacen manifestaciones
y llamamientos para recordar esto.
Con todo ello os mando un gran saludo y os dejaré un par de
videos del día de hoy además del final de la historia de lazos.
Muchos besos a todos!!!
Una historia de lazos
parte 5º y Fin
Aquello era la felicidad, ver a Lucca, besarle en los rincones
escuchando su melodiosa risa, era un gilipollas enamorado. Después de darse
cuenta de sus sentimientos le era mas difícil aguantar las distancias… quería
volver, secuestrarlo y hacerle el amor hasta dejar de respirar, pero no podía,
además no podía pasarse porque tenía que tener la cintura sana para su
espectáculo.
Después de su primer encuentro amoroso no pudieron repetirlos hasta
otro encuentro fortuito en otra ciudad un mes después, y nuevamente se verían
tras dos meses separados. Al verle le
recibía con los brazos abiertos, un abrazo y un beso, a veces no acto para
menores. Si fuese él quien mirase desde fuera probablemente se burlaría y se
reiría, pero se sentía idiota y era feliz, incluso el estrés del trabajo se
disipaba ablando con Lucca, dormía mejor por las noches, descansaba más, era
como si enamorarse le quitarse un gran peso de encima.
Pero como siempre no todo puede ser bueno, en un paseo en medio de las
vacaciones de Gerald, sí, tenía vacaciones, supuestamente por algo de estrés de
estar con gente inestable todo el tiempo y escuchar tantas suplicas y de más
para que no cállese en depresión.
El caso es que ambos paseaban tranquilamente como hacían cuando podían
encontrarse y Lucca tenía la mañana libre, en uno de estos paseos ambos
entraron en un viejo anticuario, en dicho establecimiento Lucca se fijó en un
hermoso y pequeño broche antiguo azul celeste, con una pequeña joya simulando
el ojo, unas manchas azules simulando otros tonos, verdaderamente era hermoso y
se notaba el cariño y el buen cuidado. Lucca se enamoró de aquel broche,
incluso se atrevió a decir que le quedaría bien con el traje que usaba para los
espectáculos.
Gerald nunca había alardeado de su fortuna frente a Lucca, o le había
comprado cosas indiscriminadamente, no quería que pensase que era ese tipo de
persona, pero solo hizo falta mirarlo a los ojos para dirigirse al escaparate y
pedir aquel broche, no importaba el precio, aquel broche acabaría en las manos
de Lucca.
Tras mucho discutir salieron de allí decepcionados, el joven trapecista
mas bien preocupado por su acompañante que estaba visiblemente muy enfadado, a
pesar de haber ofrecido una enorme fortuna por le broche el anciano no había
cedido, le había negado algo que había pedido por las buenas. Pero no podría
impedirle llevárselo por las malas.
Mientras había prometido a Lucca, a pesar de que se negó un millón de
veces, le prometió comprarle una «replica» idéntica mientras no pudiese obtener
el original. Entonces se puso a trabajar, llevaba mucho sin robar, se había
concentrado en inversiones y estafas, el establecimiento era pequeño y con muy
pocos puntos de entrada y aun menos seguridad, pensó que sería fácil entrar,
robar el broche y llevárselo a su amado justo antes de su actuación de aquella
noche.
Demasiada confianza puede ser fatal, si hubiese investigado más podría
haber sabido lo de los dos perros que dormían por la noche dentro de la tienda,
en vez del gato que él creía, podría haber sabido lo de que el dueño dormía en
la parte baja y no en la parte superior de la tienda, probablemente podría
haber sabido que el anciano dormía con un arma en la mano.
Un disparo, un grito, los ladridos, el gemir de los perros, el gruñir
del anciano, un cristal roto… las sirenas de la policía.
Lucca se había despedido con todos sus compañeros y habían empezado a
sacar a los visitantes y a recoger las cosas, guardar los animales y demás,
como siempre después de las actuaciones había una hora y media de mucho trabajo
en la que nadie estaba sin hacer nada, no podían dejar las cosas sin ordenar y
esperar a mañana, todo tenía que estar seguro y alguien debía hacer guardia.
Lucca recogía sus cosas y las guardaba dirigiéndose a su caravana para
cambiarse, habían pasado dos horas de la actuación y todos se habían ido a
cenar y a descansar excepto los que estaban de guardia. Lucca había estado
esperando a Gerald, le había dicho que iba a ir a verle y le llevaría una
sorpresa.
Jamás imaginó, que la sorpresa fuera encontrárselo metiéndose entre los
camiones para entrar, pálido y demacrado con una mano ensangrentada en el
costado.
Corrió hacia él e intentó gritar pero las palabras no le salían, Gerald
le pedía que no llamase a nadie, que guardase silencio, que no lo llevase a su
caravana para que no los relacionasen. A lo lejos se sentían las sirenas de la
policía, debían estarle buscando. Le llevó a una zona de ensayo interior, una
zona bien resguardada con mucho trasto y oscura, encendió una linterna y vio la
herida en su costado. Alguien el había disparado.
No podía evitar parar de llorar, sus manos temblaban y suplicaba por
que le dejase llamar a alguien, Gerald sonreía y con una mano manchada de
sangre le acarició la mejilla diciéndole que todo iría bien… que le prestase un
cuchillo.
Aterrorizado accedió y le dio un abrecartas del juego de magia de uno
de sus compañeros, con gran dolor y al final con ayuda del trapecista consiguió
extraer un trozo de cristal de su abdomen, no era una bala.
Lucca no entendía nada y menos por que las manos temblorosas de Gerald
insita tanto en coger algo de su bolsillo, al ayudarle a destapar el pequeño
pañuelo y ver el pequeño pajarito azul lo comprendió, Gerald había robado
aquello para él.
̶¿Por qué lo has hecho? No necesitabas robarlo. ̶ Gerald sonreía a pesar de la mueca de dolor.
̶ Quería… compensarte por… lo malo que te… he hecho ̶ Lucca negó rápidamente y le acarició el
rostro.
̶ No, no tienes nada de lo que
disculparte, no debiste hacerlo, robar está mal, Gerald, está mal… iremos al
hospital ya verás todo se solucionará. ̶ Intentó levantarlo pero un ruido
lastimero de la garganta de Gerald le detuvo.
̶ Me disparó… el viejo tenía
mala puntería y me dio de rebote…la bala entró y me clavé unos cristales… usé
uno para sacar la bala….si llego al hospital sabrán que he sido yo. ̶ Lucca negaba continuamente rezando para que
aquello fuera una pesadilla.
̶ Buscaremos la manera de que no parezca lo que es, ya verás… pero
tienes que sobrevivir Gerald, por favor… tienes que ir a un hospital. ̶ Gerald se puso serio de repente, eso asustó
aun más al trapecista.
̶ Quería hacerte feliz… Lucca… yo te mentí… te hice daño… ̶ Este iba a responder pero Gerald le pidió
silencio. ̶ Yo… a pesar de que esta vez
me salió mal, he robado otras veces… cuando te conocí, te empujé contra le
cristal para que llevases la culpa del robo… te pedí que me enseñaras a usar el
lazo… para le robo del banco. ̶ A pesar
de lo mucho que le quería, poco a poco fue encajando las piezas del puzzle y
dándose cuenta de las coincidencias, de que aquello era una confesión
autentica.
̶ Fuiste tu…. Por tu culpa el circo tubo mala fama… por tu culpa no
pude actuar… ¡Por tu culpa no puedo usar los lazos! ̶ Se separó de él levantándose y rebuscando
algo.
̶ Lo siento, en aquel entonces
solo quería aprovecharme de ti, pero ahora te quiero, Lucca, lo digo de verdad…
dejé de robar…Lucca por favor. ̶ Gerald
consiguió sentarse apretándose la herida con un trapo que le había lanzado,
junto con otros trastos que le habían echo daño. ̶ Lucca
̶ Levántate… ponte de pie. ̶ No
sabía a que venia pero notaba el tono de cabreo de Lucca así que obedeció y se
apoyó contra una pared. ̶ Me mentiste,
me utilizaste. ̶ Se escuchó un ruido
sordo, algo había golpeado a la pared en la que se apoyaba.
̶ No quería que te quitasen los
lazos, pagué para que otros fingieran otro atraco y no sospecharan de
vosotros…. Lucca… me mareo…
̶ Te aguantas… ̶ Lucca se acercó, sus ojos habían dejado de
llorar hacía rato, su rostro estaba serio y sus ojos reflejaban odio. ̶ Estaba enamorado de ti… ¿Cómo pudiste?
̶ Lo siento, lo lamento, te
compensaré toda mi vida… lo que me quede…. Pero por favor…Lucca... necesito...
ayuda. ̶ Lucca le puso una mano en el
hombro aguantándolo contra la pared.
̶ No te preocupes, voy a
ayudarte… pero… no podré perdonarte por lo que me hiciste… casi me arrebatas a
mi familia, mi vida. ̶ Gerald intentaba
disculparse pero no le era posible, miró con mucho esfuerzo los ojos
decepcionados y heridos de Lucca. ̶ Yo
te amaba…
Quiso responder pero entonces sintió un dolor punzante en el abdomen,
un dolor intenso que le hizo despertarse un momento, miró abajo y vio un
cuchillo calvado en su herida y una mano que lo empujaba hacia dentro. Conocía
aquella mano, la había acariciado y besado, alzó su rostro y pudo contemplar el
semblante serio de Lucca, con una lagrima cayendo por sus mejillas justo antes
de desmayarse, la persona de la que se había enamorado, le había apuñalado.
No había sentido nada al engañar a un desconocido, pero ser apuñalado o
disparado, había dolido muchísimo menos que ver aquel rostro de decepción de
Lucca, le habría gustado ver una sonrisa la última vez, pero él solo pudo
robarle su inocencia.
El sonido de un pitido le molestaba, algo lejano, una respiración
bloqueada. Una luz cegadora le impedía abrir los ojos, sentía algo contra su
cara, y el pitido de lo que seguro sería algo que le controlaba el corazón, lo
escuchó, su corazón latía ¿Estaba vivo?
Intentó hablar pero el dolor le hizo callar, de pronto su cabeza se
inundó de recuerdos ¿le había pillado la policía? Difícilmente se giró a un
lado de la cama y vio una figura, pero no supo de quien era, sentada
pacíficamente vigilándole, como un ángel de la muerte esperando para
llevárselo.
¿Quién era aquella persona que le había visto despertarse y ni siquiera
había llamado a una enfermera? ¿Un policía?
Entornó los ojos intentado ponerse sentado en la cama y quitarse la
mascarilla que tenia en la cara, cuando aquella persona se levantó y se acercó,
agarrándole la mano para que no se la sacase y empujándolo suavemente para que
se mantuviese recostado. Negó con la cabeza agarrándole la manga, no podía
descansar, necesitaba saber que había pasado, ¿Cuánto había dormido? Intentó entornó los ojos y la vista lentamente
fue revelando la figura de aquel hermoso rostro con una sonrisa triste, al
contemplar el rostro de Lucca preocupado una lagrima asaltó su rostro.
Alzó la mano torpemente y le acarició el rostro, se alegraba tanto de
que no se hubiera ido, le perdonaba que le hubiese apuñalado, no le importaba
nada, estaba allí.
̶ Pe…rdon..a… ̶ Lucca negó y le
acarició el rostro. La policía entró y Gerald se asustó, ¿le había entregado?
̶ Disculpe señor, estamos
investigando su caso, ¿le gustaría denunciar a este joven por un intento de
asesinato? ̶ Gerald se aterrorizó ¿intento de asesinato? Miró sus manos
fijándose bien, ¿eran esposas eso que llevaba? Gerald comenzó a negar con la
cabeza mientras una enfermera pedía que dejasen al paciente en paz. ̶ Nos gustaría escuchar su versión en cuanto se
encuentre mejor. ̶ Agarraron a Lucca y
Gerald desesperado le agarró del brazo.
̶ … Accidente… ̶ Los policías le miraron. ̶ Fue un accidente… con los… cuchillos….salió
mal. ̶ Miró a Lucca, deseando acertar,
algo, tenía que inventar algo. ̶ Fue mi
culpa… yo, se lo pedí, Lucca… no ha hecho nada malo….no denunciaré… no se lo
lleven. ̶ Los policías asintieron y
soltaron a Lucca marchándose diciendo que tenían que hacer un papeleo mas
tarde. Gerald miró a Lucca y este se abrazó. ̶
¿Qué les dijiste?
̶ Un accidente mostrándote el
lanzamiento de cuchillos, revisaron la zona había sangre en los cuchillos de
tiro y algunos clavados contra la pared que coincidían con tu altura. ̶ Gerald
rió, que inteligente era, que listo era.
̶ Tienes una mente prodigiosa,
eres increíble. ̶ Ya se incorporó y le
abrazó. ̶ Lo siento muchísimo, lo
siento, por favor Lucca, perdóname.
̶ Olvida eso ahora… no puedo creer que pudiese apuñalarte… he estado
vomitando desde entonces… tenía tanto miedo de perderte. ̶ Gerald contempló su
rostro, pálido y cansado, con lagrimas secas en el rostro.
̶ Lo hiciste bien, me lo
merecía, le has mentido a la policía, me has encubierto Lucca… ¿eso quiere
decir que aun me quieres? ̶ Lucca le
miró y pellizcó su mejilla.
̶ Te odio por lo que me hiciste,
pero es que te amo muchísimo más de lo que puedas hacer que te odie. No quiero
perderte, cuando te vi sangrando en mis manos, deseé poder morir contigo, ya no
me importaba el lazo, solo quería volver a estar contigo, ¡tenía tanto miedo! ̶
Gerald le abrazó con posesión, había estado a punto de perder lo que más había
deseado en su vida, algo que no podía comprarse ni robarse.
̶ Lo siento, no robaré nunca más,
dejaré de estafar, solo jugaré en bolsa y meteré mi dinero en planes de
inversiones, ya no más cosas ilegales, lo prometo. ̶ Hablaba en serio, abandonaría todo, había
sido un ladrón al que le habían robado las ganas de robar y el corazón.
̶¿Y que vas ha hacer entonces? ¿Te dedicaras para siempre a
despedir? ̶ Gerald negó. ̶ Al último que voy a despedir será a mi mismo,
me retiro, quiero vivir mi vida durante una buena temporada. ̶ Agarró la mano de Lucca y la besó.
̶ Podremos vernos más entonces,
tendremos más tiempo para estar juntos. ̶
Lucca sonrió ante aquella absurda idea.
̶ Me compraré una autocaravana de lujo, que tenga de todo y con una
buena y gran cama, y con estanterías. ̶
Lucca sonrió y le besó quedándose cerquita acariciándole la mano que le
sujetaba.
̶ ¿Qué piensas hacer con esa
gran autocaravana? ̶ Le miró mientras
imaginaba a Gerald perseguir al circo como un acosador.
̶ Lo primero, me llevaré mi gran tesoro a Italia. ̶
Lucca se extrañó pero rápidamente sus mejillas se encendieron y se puso
feliz recostándose cuidadosamente en el pecho de Gerald.
̶ ¿Después de Italia a donde llevarás a tu tesoro? ̶ Gerald sonrió y
besó su cabeza.
̶ Pues primero a Italia, toda Italia, de punta a punta, hasta que nos
la sepamos de memoria, luego, el resto del mundo y después volveremos a Italia.
̶ Lucca le miró y sonrío besándole
dulcemente los labios.
̶ Yo amaba Italia. ̶ Gerald se
extrañó.
̶ ¿Ahora no? Podemos ir a donde tú quieras, yo me dejaré llevar. ̶ Lucca sonrío mientras daba otro beso y
susurraba en sus labios.
̶ Es que ahora hay algo que amo mucho más. ̶ Gerald suspiró de placer y le agarró bien
besándolo apasionadamente maldiciendo el dolor que sentía en su cintura por que
si no se lo violaba allí mismo.
Pero los besos y las caricias de las dulces manos de Lucca eran
suficientes para él y la idea de unas grandes vacaciones los dos juntos hacía
que su pulso se acelerase deseando poder empezar inmediatamente. Le contempló y
suspiró de placer, nunca había sido tan feliz, de haber sido él a quien le
hubiesen robado algo.
Hola Death-Ela, a ondear nuestra bandera de arcoiris!!!
ResponderEliminarvas a poner la historia en formato pdf para descargar, por favor???
que tengas un lindo fin de semana, bye :D
No tenía planeado ponerla para descargar ya que la tengo por ahí como una de las historias que no acabaron de cuajar. Pero si interesa entonces la pondré bien chula y la subiré a pdf XD
ResponderEliminarGracias :D
EliminarHolaa!!! me encantoo ahh si la pones para descargar me la bajare y la volvere a leer por que me gustoo muchoo!! buen fin de semanaa para ti!!! gracias por compartir la historias!! besos!!
ResponderEliminarMuy hermoso, me gusta mucho el final y me uno a la petición que lo subas en pdf, merece la pena releerla. Muchas gracias.
ResponderEliminarEs precioso!!!!me ha gustado mucho!!!! Yo también me uno,subelo a PDF es una pena que no lo hagas.
ResponderEliminarGracias por el relato,besos!!!!
waaaa lo siento por no haber podido pasar antes es que la uni me tuvo ocupada estos dos últimos días... lo bueno es que ya esta todo arreglado y paso a dar las gracias por el final de esta linda historia :D
ResponderEliminarYo he estado de vacaciones así que no hay que preocuparse. Lo malo es que con el cambio de tiempo me he resfriado y esta semana he estado malisima TOT!!!
ResponderEliminarGracias a todos por pasaros por aqui!