Hola mis personas favoritas.
Sigo viva, a medias. Mi mamá está bien, gracias a
tod@s por vuestras preocupaciones. Ahora tendrá que tener un seguimiento
estricto durante una temporada y luego otro de por vida.
Sé que ha pasado mucho tiempo desde que he dado
señales de seguir respirando y lo lamento con todo lo sucedido empecé un
tratamiento también para los nervios y otras cosas y me ha dejado el cerebro
hecho papilla. Tengo intención de quitármelo pero no puede ser de golpe o sería
peligroso, lo malo de esta cosa es que me hizo olvidar números o contraseñas de
siempre e incluso a veces incapaz de prestar atención. Mi cabeza se pasaba en
blanco el ochenta por ciento del día si nadie me dirigía la palabra, leía o veía
una película, los pensamientos propios eran casi imposibles.
Realmente llegué a asustarme con el uso de mi
propia cabeza, prefiero seguir siendo negativa a no poder usar mi cabeza y mi imaginación.
Me llegué a sentir un poco sola por que mi cabeza ya no era capaz de estar imaginándose
cosas todo el rato como hago normalmente. Por ello intentaré “desintoxicarme”
(no soy drogadicta, es receta medica, pero a mi en el cole me enseñaron que
toda pastilla puede causar adicción y le llamo a todo drogas XD) y obligar a mi
cerebro a funcionar como siempre, a ver si así por lo menos paran los mareos
-.-
Y bueno entre otras cosas tengo un día bueno de
cada tantos y este fin de semana me fui de viaje para ir a una manifestación
contra el aborto, jum!!! Quiere decirme a mi un hombre lo que puedo y no puedo
hacer con mi cuerpo, ja!
Os agradezco vuestra infinita paciencia y el
soportar mis testamentos y como premio os dejo el primer cap de la nueva historia
a ver si la veis interesante.
Advertencia: La historia que estoy haciendo está
inspirada en otras que he leído (de las que buscaré el nombre y os pondré) creando
mi propia versión y también, aunque esta vez uso el país americano nunca he estado
así que aunque los nombre sean reales, las disposiciones, caminos, horarios y todo
lo demás son inventados.
CAP 1
Kayle vivía en Flint, Michigan.
Tenía una pequeña casita en un barrio residencial normal y corriente. Era un
militar retirado y a sus treinta y dos años no tenía ningún sueño que hacer. Su
vida consistía en ir de su trabajo de medio tiempo a casa y luego otra vez,
hasta que lo perdió.
Se sentía vacío y echaba de menos
algunos aspectos del ejército. Siendo huérfano sin ningún tipo de familia le
hacía pensar que sus compañeros de grupo eran su familia y ahora en casa les
echaba en falta.
Para matar el tiempo se dedicaba
a ir a pie por las zonas centrales de negocios intentado encontrar algo. Le
gustaba caminar para mantener su cuerpo en forma y así perdía el tiempo hasta
la noche caminando por la ciudad.
Aquella noche se quedó hasta
tarde paseando e hizo la compra antes de volver a casa en un veinticuatro
horas. Aburrido decidió que ya era hora de regresar y tal vez llamaría a alguno
de sus amigos para preguntarle que tal iba su regreso. Decidió atajar por nos
callejuelas por detrás de la calle principal cuando escuchó un ruido. Con sus
sentidos alerta caminó más despacio intentado identificar el lugar de
procedencia. Según se acercaba a un pequeño callejón lleno de cubos de basura
pudo escuchar una respiración alterada y unos pocos sollozos.
Siguiendo su ética no fue capaz
de ignorarlo y se acercó lentamente al lugar. Justo antes de llegar vio a dos
personas correr a lo lejos entrando y saliendo de otro callejón. Lo que fuese
que había entre los cubos de basura se agitó al escuchar las pisadas. Pensado
que podía ser alguien huyendo de una paliza se acercó más rápido y buscó en la
oscuridad.
Su sorpresa fue monumental al ver a la mujer más hermosa que había visto
en su vida. Tenía el pelo color miel y canela, los ojos más azules del mundo
llenos de lágrimas y la piel bronceada ligeramente. Su ropa estaba casi toda
destrozada, apenas tapaba su pecho con los brazos y sus caderas. Temblaba como
una hoja y al verle estaba a punto de gritar mientras se alejaba negando con la
cabeza y llorando más fuerte.
Kayle entró en el callejón e
inmediatamente se dejó caer sobre una rodilla y alzó las manos para mostrar que
no era una amenaza. La chica se encogió abrazándose a si misma y se quedó
mirándole.
-Escucha. Mi nombre es Kayle, no
quiero hacerte daño. Si te persiguen creo que les he visto correr calle abajo.-
La chica dio un saltito.- Tranquila, sé que tienes miedo pero yo puedo
ayudarte. Mira he estado en el ejército. Si confías en mi puedo sacarte de
aquí.
La chica tardó un momento en
ponerse de rodillas y acercarse cuidadosamente sin perderle de vista. Kayle se
sacó la chaqueta y se levantó para mirar si había alguien en el callejón. Al
escuchar el sonido del roce se giró viendo a la mujer levantarse y mostrar su
esbelto cuerpo. Lo que Kayle no esperaba era el equipamiento de la chica entre
las piernas. ¡Era un hombre!
Sin perder el tiempo lo envolvió
en la chaqueta y le dio la bolsa de la compra para disimular un poco. Le abrazó
por la cintura y le sacó a toda prisa del callejón hasta la calle principal. Mantenía
la cabeza baja para ocultar su perfil y la chaqueta le quedaba como un vestido.
Kayle le llevó hasta la estación de policía más cercana pero al verla el chico
negó y retrocedió.
-No por favor. No puedo ir allí.
Ya… ya estoy bien. Puedes dejarme aquí.- Kayle le miró y miró a su alrededor.
-No puedo dejarte aquí, y menos
desnudo. Puedes venir a mi casa y allí veremos que podemos hacer.- El chico
negó pero Kayle no le dejó opción. – Mira, si no tienes a nadie con quien ir y
no vas con la policía ven al menos por algo de ropa, un poco de comida y te
dejaré usar mi teléfono si lo necesitas.
-Te meterás en problemas.- Sus
finas manos limpiaron las lágrimas de sus mejillas.
-¿Estás metido en drogas,
contrabando o prostitución?- El chico inhaló sorprendido y con cara de
ofendido.- Entonces no hay problemas. Vamos.
El chico pareció un poco reacio
pero al final le acompañó. Tomaron un autobús que les acercase para sentirse
más seguros y descansar. El chico temblaba e intentaba frotar sus piernas para
entrar en calor. Kayle le miraba de reojo pensando en lo fácil que había sido
pensar que era una mujer y aún ahora estaba confundido.
Al llegar a casa el chico se
quedó en la puerta incomodo y mirando a los alrededores. Kayle le sonrió y se
acercó a él cuidadosamente quitándole la bolsa y dejándole la chaqueta.
-Te llevaré al baño y podrás
tomar una ducha para relajarte. Te dejaré algo de ropa para que te cambies y te
prepararé algo de comer.- El chico le tomó la mano y le siguió un poco a
regañadientes.
-Gracias. Siento mucho las
molestias. ¡A! Me olvidé de decirte mi nombre. Lo siento, me has salvado y ni
siquiera recuerdo mis modales. Me llamo Ayoka.- Ofreció su mano para saludar y
Kayle sonrió y se la estrechó.
-Ayoka, no te preocupes. En ese
tipo de situación la educación es lo último que se suele recordar.- El chico se
sonrojó al sonreír y entró en el baño.
Kayle registró su armario en
busca de algo que pudiese valerle. No tenía mucha ropa así que se decidió por
una camisa y unos pantalones cortos de deporte que se ataban con un cordón.
Llamó a la puerta del baño viendo a su invitado a través de la mampara y dejó
la ropa.
Bajó a la cocina y preparó unos
sándwiches para picar algo mientras se ponía ha hacer la cena. Mientras se
concentraba en preparar algo ligero pensó que haría ahora. Tenía que averiguar
de que escapaba el chico y por que no podía acudir a la policía.
Escuchó el sonido de unos pies
descalzos sobre la madera del suelo y maldijo al no recordar los calcetines y
las zapatillas. Se giró para disculparse cuando se quedó nuevamente asombrado
de la belleza de Ayoka. Su pelo mojado se ondulaba enmarcando su rostro, sus
ojos azules adornaban su cara como dos gotas de un cielo despejado, su pequeño
cuerpo nadaba en las ropas y aún así conservaba su pose elegante. Al mirarle
durante un buen rato en silencio el chico se movió incomodo y apartó la mirada.
Kayle reaccionó y se disculpó ofreciéndole sitio en la mesa mientras iba a
buscar algo para sus pies.
Al volver vio al chico mirar los
sándwiches pero sin tomar ninguno. Mientras se ponía unos calcetines gordos
para que las zapatillas no se cayesen de sus pies Kayle le dijo de que eran los
aperitivos.
-Puedes coger el que más te
guste.- Le ofreció uno de mortadela y el chico negó.
-Muchísimas gracias de verdad,
pero soy vegetariano.- Ayoka se encogió un poco como esperando algún tipo de
protesta.
-No importa, puedo hacer uno
vegetal si quieres.- El chico asintió y sonrió mientras le entregaba uno
completo vegetal.- Tendré que cambiar un poco la cena pero no importa. Bien,
eres vegetariano pero no vegano ¿verdad? –El chico le miró sorprendido.
-No como carne animal pero sí lo
que producen.- Kayle lo pensó.
-Entonces eres un Ovolactovegetarianismo
o algo así.- El chico volvió a sonreír y dio una pequeña palmada.
-Sabes mucho, pero también tomo
miel así que tendría que llevar un Api al principio.- Kayle intento
pronunciarlo y se hizo un pequeño lío provocando la risa de ambos.- Está bien.
Gracias por todo.- Kayle le restó importancia.
-No te preocupes, en un rato
cenaremos patatas cocidas con guarnición de verduras y la carne en lata para
mí. Luego puedes dormir en mi cuarto ya que no tengo otra cama y yo dormiré en
el sofá. Mañana por la mañana puedes contarme lo que ocurre si quieres. – Ayoka
se mostró un poco decaído y miró al suelo.- Ayoka, mírame.- Le tomó la mano y
esperó a que alzase la mirada.- Si no sé que pasa no puedo ayudarte. Puedes
quedarte aquí siempre que no seas un terrorista o algo por el estilo.- Ayoka
sonrió.- Aquí nadie te encontrará fácilmente y yo puedo protegerte si sé contra
que es.- El chico tomó aire y miró a un lado sin saber como decirlo.
-Yo no he hecho nada malo. Iba a
reunirme con alguien para llegar a un trato en nombre de los míos…- Miró
rápidamente a Kayle.- De mi familia, pero hay algunos a los que no les gusta la
idea. No puedo volver a casa aún y no tengo manera de ponerme en contacto con
ellos.- Kayle se giró para ofrecerle el teléfono pero Ayoka le sujetó la mano.-
No, no tenemos cobertura.- El militar alzó una ceja.- Podrías decir que somos
una especie de hippies naturalistas que vivimos sin ese tipo de tecnología. Así
que para hacerles llegar un mensaje se tarda bastante.- Kayle se reclinó en la
silla y pensó.
-Entonces supongo que te puedes
quedar hasta que tengas la oportunidad de llamarles, o como sea eso.- Kayle le
miró un rato más y luego se giró a terminar de hacer la cena.
Ambos cenaron en un incomodo
silencio al principio que pronto empezaron a rellenar sobre platos
vegetarianos. Kayle animaba a que le explicara un poco más y Ayoka agradecía
poder centrarse en algo diferente a sus problemas.
A la noche le acompañó hasta su
cuarto y le enseño todo lo que podía necesitar. Se disculpó por no cambiar las
sábanas pero su invitado no dejó que lo hiciese. Al terminar fue hasta la
puerta y le contempló una vez más antes de darle las buenas noches. Ayoka
sonrió y dio un paso atrás cerrando la puerta lentamente.
Kayle se quedó un momento
escuchando lo que ocurría al otro lado y al sentir el sonido de un peso sobre
la cama decidió que era hora de bajar. Una vez en el sofá meditó mirando al
techo. Aún no podía sacarse la idea de la cabeza de que Ayoka era la persona
más guapa que había visto en su vida. Si fuera una mujer le diría preciosa pero
no sabía si se podía aplicar a un hombre.
Pasándose la mano por la cara
decidió que su mente ya estaba demasiado confundida por hoy y que era mejor
descansar.
Hola Death :D
ResponderEliminarMe alegra saber que tu mami se encuentre mejor, ojala puedas prescindir de ese medicamento, deberías buscar otras alternativas mas naturales, cuídate mucho, gracias por el capi, bye
HOLA que bien que se encuentre mejor.Me parecio interesante este capitulo . GRACIAS POR COMPARTIRLO BESOS.
ResponderEliminarHola Ela es un gusto saber de ti, yo soy practicamente nueva aquí, me da mucho gusto que tu mami este mejor, y ojalá pronto mejores también, la historia me ha gustado he de decir que espero la continuación con ansias besos mil
ResponderEliminarHolaaa Death- Ela que bueno saber de ti ... me alegro que tu mama esta mejor! y espero que tu tambien estes mejor prontooo!!! me gustoo mucho este primer capitulooo!!! gracias! besos!
ResponderEliminarMe alegro tanto que tu mamá este mejor y espero de corazón que tu tambien poco a poco ya te encuentres mejor :)
ResponderEliminarMuchas gracias tambien por este lindo capitulo, la trama me gusto mucho :)
Cuídate mucho y ojala pueda leerte pronto :D
Gracias por el capitulo me gusto mucho y es bueno saber que tanto tu como tu mama van mejorando, sigue cuidandote
ResponderEliminarHola, me alegra saber de ti, y cuidate mucho para no depender de medicamentos y animo, y adelante. Besossssss
ResponderEliminarÒ////////Ó no sabía nada de eso T/////////T quiero que te pongas buenaaaa...
ResponderEliminarHola espero que te recuperes pronto y me alegro que tu mama este mejor.El capitulo esta genial y tengo muchas ganas de mas cuando puedas.Besosss
ResponderEliminarme ha gustado mucho la historia cuidadate un abrazo
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