FELIZ 2016!!!!!

Malakai chupaba su puño mientras veía a los lados como los adultos reían y comentaban sobre la cena de fin de año, los otros niños más grandes hablaban sobre tres barbudos que traían regalos y uno más gordo que solía venir antes ¿Qué clase de personas traía regalos a los niños por la noche mientras duermen?

Miró a su papi que le levantó y besó su mejilla acariciando su pelo, parecía tan emocionado como los demás niños por la navidad y los regalos. Sacó el puño de la boca y le sonrió rozando su nariz contra el cuello de su amado papi.

-Kegan,  es el niño más tranquilo que he visto en mi vida.- Malakai miró a su abuelo felino, se había escapado esas navidades para verle, él y otros tres leones más jóvenes que adoraban a su papi. Miró a su abuelo y volvió a meterse el puño en la boca pensativo.- mmm pero esta manía debería perderla.- frunció los morritos y protestó a su abuelo que sonrió y besó su mejilla, los gatos tenían demasiada tendencia de frotar su mejilla contra aquellos que querían, lo que provocaba que sus “tíos” su abuelo y su papi siempre frotasen sus mejillas contra la suya.

-No es una manía constante, solo lo hace a veces cuando se pone pensativo.- El pequeño miró a su padre y alzó los brazos hacia él soltando suspiritos de felicidad, el viejo león no tuvo más remedio que entregar al pequeño.- ¿Se meten contigo amor?- el pequeño soltó algo parecido a un gorgojeo o a un ronroneo y frotó la nariz contra su papi.-Ya me parecía a mi.- ambos se giraron para ver como el abuelo abrazaba a Kegan y frotaba su mejilla contra él y se lo llevaba seguido por sus hijos.- me alegra ver a tu papi tan feliz, aunque creo que el abuelo es un poco sobón, si no fuese familia tendríamos problema.- Malakai asintió, él era tan celoso como su padre, no le gustaba que nadie a parte de la familia fuese demasiado cariñoso con su papi.

Fue con su padre calmado mientras escuchaba como él daba algunas ordenes e indicaba algunas cosas. Tras un rato de caricias en la espalda se empezó a quedar dormido contra su cuello.

Medio dormido protestó cuando le dejó en un pequeño corralito lleno de mantas y cojines para la siesta de los más pequeños. Protestó y se enfadó cuando su padre le dejó pero cuando acarició su cabeza y le pidió que fuera un niño bueno se rindió, el amaba demasiado a su papá.

No supo cuanto durmió antes de sentir una mano suave contra la piel de su mejilla, no era la de su papá por que era pequeña y suave, tampoco era de papi, no le hizo falta inspirar para saber de quien era aquella mano. Se movió boca arriba y bostezó abriendo los ojos. Sonrió y alzó las manitas mientras era recogido y aupado recibiendo un beso en la frente de su amado Pradnesh. El gran dios abrazó suavemente al pequeño y besó su mejilla y Malakai lo amó. Siempre veía ternura y amor en sus ojos, como un tio, un abuelo y un padre todo junto en un solo ser.

-Hola mi pequeño dulce milagro.- Él siempre tenía una voz suave, pero cuando le hablaba veía algo en sus ojos y su tono era el más cálido del mundo.- ¿te han dejado que duermas para aguantar hasta la noche he campeón?- Malakai soltó otro gran bostezo y el Eif rió.- Si, ya veo. Ahora voy a secuestrarte.- El bebé sonrió y se acurrucó mirándole con sus ojitos grandes. De cada lado del dios apareció una cabeza de sus gemelas parejas, él se emocionó y soltó suspiros de alegría mirándolos a ambos intentado alcanzarles, le gustaban tanto los gemelos, era tan curioso. Los dos sonrienron y le dieron un beso a la vez en cada mejilla haciendo que se riese.- ho, vas a conquistar a mis chicos, que malo eres.- el bebé miró serio a Pradnesh y puso el puño en su boca demostrando su inocencia haciendo a los tres reír.

-No te pongas celoso, sabes que eres nuestro favorito.- Kalmen besó la mejilla de su pareja y se apoyó en él para contemplarle.

-además, esperaríamos unos años para eso.- Picó Kamal.

-Chicos no sean malos.- Protestó el dios.- vamos, quiero dar mi regalo.

Los gemelos asintieron y le acompañaron a un sillón, Pradnesh se sentó con un muy curioso Malakai en sus rodillas y sus parejas comenzaron a trenzar un mechón de su pelo, desde la raíz hasta la punta. Aquel color era como la luz del sol líquida, era hermoso y a Malakai le encantaba lo suave que era y lo bien que olía, siempre a bosque, a sol, a hogar. Kegan vino a buscarle con un Raudel devorando su cuello entre risas, los dos se quedaron quietos al ver la escena y sonrieron, uno más rojo que el otro.

El bebé quería ir con sus padres, pero su amado abuelo le había pedido que esperase y lo hizo, viendo como el último trozo de pelo era peinado dejando una perfecta trenza. Sus padres se pusieron cerca, curiosos. Los gemelos sujetaron ambos extremos y de pronto con un movimiento cortaron el mechón. Su papi inspiró profundamente y vio como ambos se arrodillaban uno a cada lado y le daban el mechón a su amado, este lo miró y les sonrió, sintiendo como Kalmen acariciaba su rostro colocando su nuevo flequillo.

-Estás guapo todavía.- Riendo le besó y luego giró a por su otra pareja. Miró a Raudel y a Kegan que parecían muy confundidos.

-Hoy es un gran día, muchas cosas suceden, es el fin y el principio por eso es el mejor día para hacer este regalo.- Dobló las puntas de la trenza con la ayuda de sus parejas y formó un nudo.- tengo un gran poder y hasta mi pelo guarda un poco de ello, por eso esta es mi prueba y me regalo de que yo siempre te protegeré mi niño, siempre serás bienvenido en mi tierra.- Tomó su mano y la envolvió a su alrededor viendo como le quedaba enorme y rubia.- tus padres son grandes guías y te darán amor y cuidado pero no podrán protegerte de lo que eres mi pequeño, no podrán evitar tus sueños.- Malakai le miró triste, a veces odiaba sus sueños, le daba miedo.- Ni tu destino el cual ni yo puedo ver, eres su pequeño milagro, eres alguien que cambiará muchas cosas en el futuro, el tiempo y el destino no contaban contigo y eso no les agrada así que esta es mi protección para ti bebé.- la cinta empezó a encogerse de golpe, se volvía un poco más ancha y se oscurecía rápidamente.- No os preocupéis, es más como un brazalete insignia… un amuleto de la buena suerte.- La trenza se había encogido hasta el tamaño de una pulsera de dos dedos en su muñeca, el pelo formaba todo el brazalete, inspiró, olía a magia, a poder y a amor. El pequeño rió y ronroneó alzando manitas y tomando el rostro de Pradnesh dándole un beso en los labios. Las parejas rieron.

-él quiere robarte! – Raudel tomó a su hijo que rió y mostró su regalo, su padre sonrió y Kegan también.

-No os preocupéis, la pulsera puede estirarse, se irá adaptando a su crecimiento y a su cambio, no podrán romperla y solo él podrá sacársela… es solo… un regalo, siempre velaré por él yo..- Kegan lo abrazó y besó su mejilla sonriéndole y luego le tomó de la mano.

-vamos deprisa, pronto sonarán las campanadas, vamos a celebrar un año venidero todos juntos y felices.- Miró a su pequeño.- Por un futuro brillante y lleno de amor.

Riendo fueron todos al gran salón junto a sus amigos y familia. Malakai sonrió y suspiró, su pequeña mente de bebé ya no sufriría tanto por sus pesadillas y poco a poco empezaría a enfrentarse al futuro que le estaba esperando con el destino como un rival, pero no estaría solo, pues él tenía una gran familia y algo más poderoso que cualquier otro sentimiento, el amor. 

Os amo y nos veremos más el proximo año (eso espero) Felices fiestas y que no os paseis con la alegría navideña XD!